Reproduim fragments d’un reportatge publicat per Manuel de Cala a El Noticiero Universal el 13 d’abril de 1939 i recollit per Josep M. Colomer i Calsina a Els estudiants de Barcelona sota el franquisme (editat per Curial el 1978), que sota el títol “La Universidad redimida del marxismo e incorporada a la España nacional” narra, des de la seva postura de suport al règim franquista, la fi de la universitat republicana.
Raül Aguilar Cestero explica la història per El Diari de l’Educació a 75 anys de l’ocupació franquista de la Universitat de Barcelona i del genocidi cultural, educatiu i científic del franquisme a Catalunya.
La Universidad redimida del marxismo e incorporada a la España nacional
Huye el último dirigente rojo
Pocos días antes al de la entrada victoriosa de nustro glorioso Ejército Nacional en Barcelona, la Universidad había emmudecido; ya no es oían las voce estridentes de la propaganda marxista. Sus dirigentes habían huido, para no volver más. El último en hacerlo fue el que actuaba de rector, Bosch Gimpera, que el día 19 de enero llegó a Barcelona, procedente de Perpignan, donde de ordinario residía con su familia. Sólo estuvo, puede decirse, unas horas, puesto que el martes siguiente, a las doce del mediodía, después de recoger de su casa cuento creyó conveniente llevarse, sin comparecer ya por la Universidad –a la que telefoneó repetidas veces–, se marchó a Gerona con el que actuaba de consejero de cultura de la Generlidad, Pi y Suñer, a reunirse con el resto del gobierno catalán que aún quedaba en aquella capital fronteriza.
[…]
Liberación de la Universidad
El 26 de enero, gloriosa efemérides de la liberación de Barcelona, cuando las tropas nacionales iniciaron su entrada en la población, los cuatro porteros que se hallaban en la Universidad, que ya estaban preparados, izaron la badera bicolor en lo alto de la fachada principal del edificio universitario, y poco después, un oficial al mando de una compañía se hizo cargo de nuestro primer centro docente que desde aquel momento quedó incorporado a la España Nacional y redimido para siempre de todo sectarismo.
[…]
La Universidad renace de nuevo a la vida. De su pasado sólo quedará el recuerdo, porque hay cosas que no pueden olvidarse nunca. Las huellas que dejó tras sí el marxismo quedarán borradas para siempre, y en estrecho abrazo fraternal, lleno de unción patriótica, nuestros profesores y estudiantes contribuirán a formar y robustecer a la nueva España, que salvó nuestro invicto Caudillo, y crear la verdadera espiritualidad universitaria por el engrandecimiento cultural de la nación.